Por Antonio Puerto
CSsR
Hace 150 años el Papa Pio IX entregaba a los
Misioneros Redentoristas la imagen del Perpetuo Socorro, tan sólo unas palabras
pasaron a resonar en la memoria de aquel momento: “dadla a conocer”. Desde ese
día los misioneros redentoristas la han llevado en las misiones por todo el
mundo.
Coincidencias o no este Año Jubilar en el que
recordamos aquella entrega del Icono y su veneración pública es también Año de
la Misericordia, convocado por el Papa Francisco. Por ello quiero compartir con
vosotras y vosotros una reflexión: el Icono del Perpetuo Socorro es un Icono de
Misericordia.
Para esta reflexión me voy a valer de nueve gestos de
misericordia que el Icono muestra:
Primer gesto de misericordia: una mirada atenta. La
mirada de la Virgen es especial, no son pocas las veces que me he podido perder
en su mirada y encontrar paz, serenidad. Es curioso, pero no importa dónde te
coloques, el Perpetuo Socorro siempre parece mirarte. María mira con atención
al que se coloca frente a ella en este Icono, sin palabras. Además, está
siempre atenta sin importar en la posición que estés su mirada ya te ha
encontrado. Puedes probar: colócate a su derecha, a su izquierda, cerca o lejos…
siempre te estará mirando.
Segundo gesto de misericordia: una mano tendida. El
Icono nos muestra a María tendiendo su mano a su hijo. Es la mano de una madre
que ofrece seguridad a su criatura. La mano de María se coloca sobre su
corazón. No hay pliegues, no hay dobleces, entre lo que hacen sus manos y lo
que dicta su corazón. Es ahí donde se produce el tierno encuentro del pequeño y
su madre, sobre su corazón.
Tercer gesto de misericordia: ofrecer a Dios. María en
este Icono del Perpetuo Socorro parece ofrecer a su hijo. El artista no quiso
ofrecer una imagen de María acaparadora, que retiene a su hijo o que lo quiere
sólo para ella. El gesto de la mano izquierda del Icono parece dar a entender
que María nos ofrece a Jesús, no lo acapara sólo para ella. Lo sostiene y nos
lo presenta y ofrece.
Cuarto gesto de misericordia: ser estrella que
guía. Sobre el manto de María vemos
colocada una estrella. María es la nueva estrella que nos guía a encontrarnos
con su hijo. Es luz en el camino de otros, ofrece claridad en la noche. Ofrece
la luz que recibe para poder iluminar el camino de los que andan perdidos.
Quinto gesto de misericordia: una sandalia que cae.
Son muchas las explicaciones que se han dado a este gesto del Icono, desde las
más piadosas: el niño corriendo hacia los brazos de su madre perdió su zapato,
hasta las más técnicas: símbolo realizado al sellar un contrato por algunos
pueblos antiguos. A mí me gusta pensar este gesto que nos ofrece el Icono como
un desafío: llamados a ponernos en los zapatos del otro y recorrer el camino
abierto por Jesús. Llamadas y llamados a recoger sus sandalias y andar sus
caminos. Ponernos en los zapatos de Jesús nos haría ver el mundo desde
perspectivas distintas, nuevas.
Sexto gesto de
misericordia: un Icono sin pies. Sólo apreciamos los pies de Jesús, pero no los
de María. Parece una imagen inacabada. Al mirarlo me gusta pensar que nosotros
somos los pies de ese Icono hoy. Somos la comunidad que nos ponemos bajo la
imagen la que termina la historia que nos quiso dejar el artista. El Icono no
está completo sin el pueblo que bajo el Icono lo mira y ora. La imagen no está
terminada sin la comunidad.
Séptimo gesto de misericordia: una mujer con un niño
en brazos. La mayor parte del Icono lo ocupa María, una mujer. Los rasgos
femeninos están bastante marcados, el artista quiso mostrar, rompiendo con
algunos cánones de la iconografía la feminidad de María. Es una mujer, madre,
vecina de Nazaret, la que sostiene entre sus brazos al hijo de Dios. Dios se
nos manifiesta siendo niño en los brazos de en una mujer hebrea.
Octavo gesto de misericordia: anunciar la redención.
Dos ángeles se colocan como custodios de este Icono y anuncian ya, con los
instrumentos, la muerte de Jesús. Con ellos se sella una lectura teológica completa:
el Hijo de María por su muerte y resurrección es Jesús el Cristo, como nos
indica la inscripción.
Noveno gesto de misericordia: una ventana a lo divino.
Los Iconos son como ventanas hacia la realidad divina. Símbolo de esto en los
Iconos es el color dorado que se les da a las realidades divinas. Este Icono
busca que se produzca un encuentro quiere ser símbolo que al mirarlo lleve más
allá de él mismo.
Espero que ahora te sientes frente al Icono unos
minutos, lo observes, lo leas y ores. Tras ello, no te olvides: “dadla a
conocer”.
Komentarze
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Nieustanne potrzeby??? Nieustająca Pomoc!!!
Witamy u Mamy!!!